FIRMAS, MUROS Y BOTES


Firmas, muros y botes

Felipe Gálvez y Fernando Figueroa


Editorial: Autoedición
Año: 2014
Idioma: Castellano


SINOPSIS DE LA EDICIÓN 

Firmas, muros y botes no ha sido un libro fácil. Durante algo más de tres años hemos estado investigando los orígenes del Graffiti en Madrid para conseguir darle forma. Entrevistamos a escritores, tanto pioneros como posteriores, ya fueran autóctonos o pertenecientes al estilo hip-hop. Quedábamos con ellos grabadora en mano o les entrevistábamos mediante correos para poder conocer sus historias personales, sus aventuras y anécdotas. Son muchas las horas que hemos dedicado a transcribir todos los audios, contrastar sus informaciones, visitar hemerotecas y bibliotecas, bucear por Internet consultando documentación gráfica y videográfica, quedar con gente que generosamente nos ha cedido su material y que hemos cribado y catalogado con cuidado. Hemos llegado a recorrer centenares de kilómetros para visitar a algunos que ya no vivían en Madrid, soportar aplazamientos e incluso algún plantón de última hora, pero eso ni nos detuvo ni nos desanimó. Hemos intentado ser objetivos en este relato histórico que tienes entre manos, porque en el fondo eso es lo que da sentido a nuestro esfuerzo y porque creemos que es la base del respeto a un legado construido por una pluralidad de voluntades. Podrán faltar nombres, imágenes..., pero no nos hemos inventado nada, porque la historia debe contarse desde el testimonio de los propios protagonistas. No es un libro dedicado a los flecheros o autóctonos, si bien se centra principalmente en este estilo. Es un libro dedicado a todos los que aman el Graffiti y a todos aquellos que dejaron su nombre en las calles, y que inspiraron a otros a hacer lo mismo. Creemos que tú sabras apreciarlo.



OPINIÓN

En 2011, Felipe Gálvez y un servidor emprendimos el proyecto de este libro dedicado al graffiti autóctono madrileño. Un proyecto que es medio proyecto, pues la idea inicial era retomar el Madrid Graffiti mejorándolo. Pero era tal el volumen de material acumulado desde su publicación y en los años del proyecto que se optó por plantear su edición en dos tomos, aunque solo se publicó este dejando aparcado el tomo dedicado al HHG madrileño. Algo que podría dar la impresión de que el autóctono es un fenómeno deslindado y anterior, pero una atenta lectura de su contenido dará a entender que el graffiti autóctono y el hip-hopero estaban conectados y crecieron en paralelo.

El resultado fue un testimonio vivencial y crítico de gran sabor barrial y ochentero. Desde los orígenes hasta su crisis en los noventa y su resurrección en los dos mil, se tratan temas y facetas variados, habituales o inusuales, con el propósito de dar una visión histórico-social lo más completa posible. Algunos aspectos son muy desconocidos para el público general y especializado, y se llegó a conclusiones que rompen prejuicios o acreencias que se habían ido asentando en la tradición oral para forzar o mantener la diferencia y la distancia con el HHG. Más otros tópicos que, pese a su escaso fundamento y el esfuerzo en desmentirlos, aún perduran por intereses internos y externos de los escritores de graffiti o quienes están alrededor de ellos. Pues este nivel de estudios ya anuncia la disyuntiva entre una producción editorial para expertos, comprensiva o científica, y otra para las masas, incluida las masas grafiteras, más amiga de la leyenda o la sensación.

En general, esta publicación resitúa esta corriente en una posición, sin romanticismos, de dignidad a menudo negada por la incomprensión o por el deseo de privilegiar la tradición ligada al modelo neoyorquino o al Hip Hop mediante la marginación o la negación de otros graffitis menos explotables. Sin embargo, si amas el writing de Filadelfia o de Nueva York, sería muy raro que este libro no te tocase el alma si lo lees con la mente y el corazón abiertos.

Finalmente, comentar que la escasa tirada no hizo posible que el libro tuviese el impacto deseado, pero ayudó a mejorar la media de calidad de las publicaciones sobre el Graffiti en España; sobre todo en relación con la bibliografía estadounidense, con la que siempre nos estamos comparando. Por fortuna, unos pocos ejemplares llegaron a países como Colombia, México, Argentina, USA o Ecuador.



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