SINOPSIS DE LOS AUTORES
Durante los años noventa, Alcorcón y Móstoles fueron dos de las ciudades más pintadas de Europa siendo referentes en estilo para todos aquellos que querían ver buen graffiti.
Pasear por sus calles era ver un constante museo de arte callejero, en el que podías ver de todo: desde obras sencillas a murales elaborados. Por todo eso, estas dos ciudades próximas a Madrid fueron los sitios de peregrinación por excelencia de escritores y aficionados, tanto de la capital como de toda España.
Este libro muestra una buena parte de los murales que entonces allí se hicieron, así como comentarios de su protagonistas.
Si no viviste esa época, disfruta de este viaje al pasado, a los años dorados de Alcorcón y Móstoles.
OPINIÓN
Con este libro se rellena un importante hueco en la bibliografía sobre la memoria del Graffiti madrileño y español. Móstoles y Alcorcón fueron dos epicentros cruciales en la gestación del Graffiti Move en esta parte de Europa. Dos ciudades de la corona metropolitana de Madrid que podían hablar de tú a tú con cualquier otra gran capital del graffiti de su época y cuya vieja escuela marcó tendencia, por lo que dedicarles un libro que diese buena cuenta de lo que pasó allí en los años ochenta y noventa era un tributo tan pendiente como urgente.
Por supuesto, un proyecto así no podía ser una tarea fácil, pero los autores lo resolvieron brillantemente a lo largo de tres años de trabajo. Felipe Gálvez (Spanish Graffiare) y Juanjo Moreno (Madrid me priva), más la colaboración puntual de Javier Abarca, consiguieron dar forma a un libro equilibrado, gracias a su rodaje y a un esforzado trabajo de documentación, clasificación y datación. En verdad, es un verdadero catálogo de testimonios, muy bien organizado y maquetado, que será la delicia de cualquier apasionado del tema y de gran utilidad para los estudiosos. Una fuente que jamás caducará. Para Felipe Gálvez supuso su coronación como experto del graffiti madrileño, tras títulos como Madrid Graffiti (2002) o Firmas, muros y botes (2014).
Es más, a diferencia de otros libros parecidos, aquí los textos no son un mero relleno para aparentar profundidad o formalidad ni se ponen para cumplir con el personal o hacerse autobombo. Quizás, sepan a poco, por lo escaso y por lo que sugieren que hay detrás de las fotografías recopiladas, pero son sobrios, concentrados, ilustrativos, ricos, precisos y relevantes dentro de la ligereza del formato y reflejan bien el poso como documentalistas, cronistas o divulgadores de sus autores. Gálvez, Moreno, Javier Abarca, más la selección de fragmentos testimoniales de muchos escritores de entonces, consiguen contextualizar todo ese nutrido cúmulo de imágenes e introducirnos en las peculiaridades de lo que fue uno de esos episodios históricos más notables del graffiti español del siglo XX y que ha logrado llevar la etiqueta de «momento irrepetible» con sobrada holgura, porque exhala todavía, pasados los años, autenticidad.
Comentarios
Publicar un comentario