R.I.P.

R.I.P.
New York Spraycan Memorials

Martha Cooper y Joseph Sciorra


Editorial: Thames & Hudson
Año: 1994
Idioma: Inglés



SINOPSIS DE LA EDITORIAL

Una vez, los «kings» del espray del metro de Nueva York asombraron al mundo con sus exuberantes imágenes de graffiti. Ahora, una nueva generación de artistas ha salido a las calles y decora los muros de sus vecindarios con memoriales dedicados a amigos y seres queridos muertos trágica o prematuramente. «R.I.P.» —reuniendo lo mejor de una vibrante ola de arte callejero— contiene fotografías en color de memoriales de Harlem y el Lower East Side, del South Bronx y Brooklyn, así como las conmovedoras historias que hay detrás de esas piezas. Víctimas de tiroteos, accidentes, disputas, asesinados por la policía y las guerras por el territorio de los narcotraficantes pueden haber pasado, pero gracias a esas pinturas no se olvidan: una ciudad violenta e indiferente también ha generado una rica forma de arte urbano. Josep Sciorra:  Las imágenes de este libro representan solo una fracción de las que documentamos; son una pequeña porción de los más de dos mil asesinatos que ocurren cada año en la ciudad. Pase la página y sea testigo de una generación de hijos e hijas ahora desaparecida».

Con 137 ilustraciones a color.


OPINIÓN


Martha Cooper, tras el éxito de su primer libro Subway Art, y Joseph Sciorra, director de Fotografía del City Lore, New York Center for Urban Folk Culture, y autor del texto, nos ofrecieron en los noventa este título que se ocupaba específicamente de un género muy importante en la escena neoyorquina: el memorial.

Sin duda, el homenaje a los difuntos es uno de los motivos que provocan un inmediato sentimiento de respeto y legitimidad públicos en un vecindario. Los años setenta y ochenta fueron crueles para Nueva York, como para otras capitales del mundo, cebándose especialmente en la juventud. Los estragos del consumo de drogas, la inseguridad ciudadana, el enfrentamiento entre bandas, la brutalidad policial, el sida, etc. coincidieron en el tiempo con el éxito del graffiti, que reaccionó ante lo que sucedía. Escritores de graffiti produjeron una serie de piezas a pie de calle que nos hablarían de la capacidad de empoderamiento de las comunidades locales y de su rol como mediadores del duelo humano y comunitario.

Esta experiencia sirvió, por tanto, para articular un estrecho vínculo entre escritores de graffiti y vecinos, y fortalecer la identidad religiosa, étnica y cultural de los barrios, destacar el peso de las comunidades latinoamericanas y el potencial valor del escritor de graffiti como portavoz de su comunidad, que se adhería indirectamente a la tradición del mural social y político. Hablamos, especialmente, de una generación posterior a la edad dorada del primer subway art.

Conviene recordar que esta tipología fue un detonante primordial para el desarrollo de una representación realista de las figuras, a partir del estímulo del retrato. La necesidad de trasladar imágenes fotográficas al muro de un modo fiel impulsó un estilo que requería de una ejecución dilatada en el tiempo, facilitada sobre todo por la permisividad o el favor vecinal.

Un libro crucial para entender esa otra faceta emotiva, cívica, comunitaria o laboral del graffiti, oscurecida por el estigma del vandalismo, la criminalización y la deriva comercial.


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