Graffiti. La palabra y la imagen

Jesús de Diego

Editorial: Los Libros de la Frontera, Barcelona
Año: 2000
Idioma: Castellano

SINOPSIS DE LA EDITORIAL

¿Es el graffiti lo contrario de la idea establecida desde el Renacimiento y que conocemos como Arte? Desde hace más de treinta años, las culturas urbanas han desarrollado espontáneamente y en casi todas las ciudades del mundo formas creativas complejas en su naturaleza y evolución y cuyos mecanismos de autoorganización, al margen de mercados, subvenciones, mecenas, galerías y museos, suponen la superación y la alternativa a los procesos de producción artística considerados convencionales.

Las formas creativas de las culturas urbanas tienen su mejor exponente en el graffiti hip-hop, una vía de expresión que ha conocido una expansión sin precedentes en su corta historia. El graffiti, una pieza más de un entramado cultural complejo, el hip hop, presenta la expresión del individuo inserto en el medio de las grandes ciudades, sensible a sus cambios y variaciones, articulándose espontáneamente y generando respuestas plásticas a muchas cuestiones desde el más puro anonimato y el carácter absolutamente público y accesible de sus obras.

En definitiva, este libro pretende aclarar si nos encontramos ante una más o menos fugaz forma de expresión juvenil o ante un nuevo modelo de formular el Arte.

OPINIÓN

Tras defender su tesis doctoral en la Universidad de Zaragoza en 1998, Jesús de Diego publicó el primer libro en España que se ocupó específicamente del graffiti hip hop y que se ha acabado convirtiendo en un clásico de la bibliografía sobre el tema en castellano. Tras él llegarían otros proyectos editoriales de otros autores españoles que expresaban tanto la apertura académica al análisis serio de este fenómeno como su arraigo urbano y cultural.

A partir de un proceso de recopilación bibliográfica, documentación general y trabajo de campo en la escena de Zaragoza, De Diego profundiza en el complejo mundo de los escritores de graffiti y de su medio de expresión y construcción de una identidad. Sigue el patrón explicativo fijado por Craig Castleman, al que suma aspectos semióticos y estéticos, recalca el carácter procesual y reivindica la entidad artística del hip-hop graffiti con un tono militante y contestatario, fundamentado en un contundente aparato teórico de legitimación que pocos se atrevían a afrontar por entonces.

Es un texto que pretende ir más allá de la superficie, y lo consigue, por lo que aún está vigente más allá de su contexto; y que se hace eco de las cuestiones en boga en las escenas españolas de la segunda mitad de los noventa, inmersas en un proceso de adecuación a un marco bastante distinto al vivido por las viejas escuelas una década antes, que exigía una redefinición de las pautas operativas y conceptuales ante aspectos como el asentamiento de la criminalización, la puesta en marcha de maquinaria de absorción o la globalización de la subcultura. Otro imprescindible para la biblioteca de un investigador que pretenda abordar la médula del fenómeno. Ojalá se reedite en el futuro.